Por la 9 de Julio.
Se madruga, se va a trabajar medio tiempo, se hacen las últimas
compras, se arregla la casa, se lava el auto, algunos locos llegan del shopping con ganas de
mostrar todo... si, son todas cosas diferentes, cada uno lleva su vida a su
manera. La respuesta simple al porque se prepara todo a último momento es; no tuve tiempo.
Navidad deja de ser un día menos o más, y quiero dejar de
dar vueltas para ir a lo que estoy seguro: El valor lo pone primero Jesús, después
viene San Nicolás y la costumbre darse regalos. Este 25 me di cuenta como con
el tiempo el marketing gano a la historia, y no es joda, Coca-Coca influyo
mucho en que la figura de Papá Noel llegara a todas partes del mundo. ¿En cuantas mesas no hubo Coca?.. obvio, para el fernet.
Ese valor se vuelve diferente para cada persona, y el último
es la familia. Una de las mejores charlas navideñas que tuve con mi tío iba por
este lado; "Navidad no es como un domingo en familia, acá se siente de
verdad los que no están, por eso me vine para acá un rato solo" así me
había dicho. La familia la hace uno pero no depende de ese uno.
Sobran sillas, pero no hay que olvidarse que hay varios a
upa, que esos son los que dentro de un par de años sus caritas se van a llenar
de alegría cuando tengan el regalo que esperaban, y a la vez, por ellos, las nuestras también.
A las 00hs se escuchaban sirenas ¿Y esos tipos? Es así, la navidad pega como pega. En síntesis
es no decir nada del otro mundo: Ninguna navidad va a ser igual a otra.
Por los que no están pero están, primero, por eso hay que brindar.
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