Evidentemente me tomé el vaso de cerveza caliente, la espera terminó y siguiendo igual a como arranque voy a escribir que existe un gran porcentaje que solo vuelva a ella cuando piense en mí.
Nunca apareció clara, y cuando aclare algo todo empezó a perderse. De verdad la veía bien para cualquier chico… y tan bien para mí. Ahora es cuando retumba la idea de que cuando la pienso no tengo que hacerlo, esa contra debilita todos los pensamientos que pueda llegar a tener, incluso, a veces, mezclándose con otros.
Bueno suerte.
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