La libertad del perro siberiano y una maldad imperdonable

Fue hace mucho, antes de irme a Italia. Con frecuencia íbamos a la casa de mi abuela (Madre de mi madre), Un finde como otro, mi tío, que todavía caminaba, nos trajo a "Lobo", yo no me acuerdo si cuando lo trajo yo estaba en ese momento o lo vi después, el tema es que lo vi... Me encariñe mucho y hasta lo llegue a tomar como mi mejor amigo, no mentira, pero era un perro adorable de raza siberiano. Un día estábamos: mi abuela, mi abuelo, mi mama, los niños y yo en el patio disfrutando del día, Alicia, nuestra vecina, la vecina de mi abuela (mi abuela en paz descanse, la extraño tanto) empezó hablarnos de que tenia un gato y lo había perdido, hasta que el gato apareció por el patio de la casa de mi abuela, Lobo chumbaba y mi mama me dijo que lo tuviera quieto con la soga para que no lo mordiera, fue así que yo solté la correa y Lobo fue en plena caza. Todos pensaron que el había hecho fuerza y eso provoco que se rompa, yo salí sano y salvo, la vecina llorando, Lobo con ansias de poder y bueno, no hace falta decir como quedo el gato, pase bastantes días creyendo que en uno de esos iba a venir la vecina a decirme "-Si yo se, lo vi, fuiste vos, traidor" nunca nunca vino a decirme nada. Nose porque la solté pero no pensé que lo iba a morder, yo era un pequeño y hoy le vengo a pedir perdón al gato y también a la vecina.

Actualmente mi abuelo y mi tío tienen, tenemos, otro perro, Helio se llama es un genio aunque muy acelerado. "¿Que paso con Lobo?" un día se escapo de la casa y mi tío dijo "Viene solo, viene solo"", paso un día y no volvió, todavía lo sigo esperando.